La arquitectura de Salento.

Es casi un hecho que algunos materiales y técnicas empleados en la construcción de las casas coloniales de Salento ya no existan como consecuencia del modernismo y la elaboración de otros productos para el mercado.

Claro, estamos hablando de viviendas con más de 200 años de antigüedad, una condición que les otorga cierto encanto y exclusividad con respecto a lo que ofrecen las nuevas construcciones.

Si bien, eso obliga a que cualquier restauración se convierta en un verdadero reto, es también la respuesta a lo que significa la conservación de detalles para hacer de las obras piezas especiales de permanente admiración.

Las Fachadas: así no se perciba, existe una mezcla de fachadas en Salento que varían de acuerdo al tiempo en que se construyeron. Las más antiguas, anteriores a 1890, proceden de casas en rectángulo y ele; las siguientes, hasta 1920, mezclan guadua y esterilla cubierta con pañete cuya resistencia permite la construcción de dos pisos; luego aparecen diseños de tipo republicano y desde 1968 se impone la arquitectura moderna con una fusión de estilos sin una identidad propia.

Hoteles y hostales en Salento conservan el estilo de las fachadas de antes

El bahareque y la pisada: la primera mezcla agua, tierra y estiércol de caballo como elementos esenciales que se funden en un mismo amasijo para levantar muros y la segunda es similar pero incluye barro y palos de madera o pedazos de guadua con el fin de afirmar los pisos. Es una técnica muy antigua de la que aún existen bastantes construcciones a lo largo y ancho de Salento.

Puertas: es frecuente el uso de calados que se asemejan a estilos de tipo barroco. Se caracterizan por su gran tamaño, por su color llamativo, a veces fuerte o a veces con tonos pastel y por el peso y la dureza de la madera. Algunas poseen una puerta más pequeña que se abre de manera independiente y cuya técnica se llama postigo

Ventanas: sus diseños se asemejan a las puertas. Algunas guardan tonos intensos, otras son de color pastel. Suelen abrirse por sectores desde el interior. Casi siempre son cuadradas y están divididas en cuatro partes iguales que se abren de forma independiente. Eso es lo que se llama postigo, la capacidad de abrir solo un parte de la ventana.

Techos: nada más original que ver los techos en teja de barro que se extienden hasta los aleros cuyo perímetro se amplía para cubrir los andenes en caso de que llueva. Los cielos rasos se fabrican pedazo por pedazo en madera a través de una técnica extinta muy bonita que algunas casas logran conservar. Los cielos rasos por lo general toman figuras circulares que dan efecto de agrandamiento. Se distinguen los colores pasteles en este tipo de estructura.

Patios: juegan un papel fundamental en la estructura interna de la casa. Alrededor de ellos se ubican todas las habitaciones y la cocina. El patio, por lo general, está hecho de piedra de río y es delimitado por una baranda o chambrana de madera. Guardan ciertos colores claros.

Balcones: de la arquitectura de Salento, más que una pieza externa de la casa, el balcón ha sido considerado un elemento de gran valor estético. Sus diseños son tan versátiles como auténticos, a veces reflejan un estilo barroco o republicano, sin embargo no se salen del concepto general de la casa.

Zaguanes: es una estructura interna de la casa que se define como un pasillo que comunica la sala con la puerta de entrada. Por años se ha utilizado como vestíbulo para colgar algunas prendas como sacos o sombreros.

Zócalos : franja inferior de las paredes, casi siempre pintada de color oscuro que hace juego con otros elementos de diseño de la casa, sobre todo en el aspecto de color.

Chambranas: muy populares como parte de los patios internos de las casas. Generalmente son pintados de colores fuertes o pasteles. Están hechos en madera y macana y provienen del estilo colonial antioqueño. Se diferencian de las casas del campo porque estas últimas ubican sus chambranas en las zonas externas de la vivienda.

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