Cuando decides tu visita a Salento, Quindío, no tienes que buscar nada porque todo llega de forma esplendorosa a tus ojos.

Y si la razón tiene que ver con el deseo de observar la bondad del Paisaje Cultural Cafetero en su máxima expresión, no existe un mejor lugar en la región que este municipio del norte, un lugar sorprendente y enamorador.

Lo primero que llama tu atención es el paisaje que aparece complaciente y las diversas tonalidades de verdes, muchos árboles frondosos, cultivos de diferentes frutos y aves que engalanan tu llegada. Te recomendamos hacer este recorrido de forma lenta para que puedas captar este primer regalo que te ofrece la naturaleza.

El casco urbano de Salento es un componente muy importante porque describe un estilo de vida, una cotidianidad que refleja la forma de ser de sus habitantes, la manera de vestir y los sabores que componen su gastronomía.

Su arquitectura merece un capítulo especial. Las casas guardan en sus fachadas y en sus colores los secretos de su historia, de su fundación y de los primeros hombres que arribaron para construir aquí, en este lugar llamado antes Barcinales, el futuro de sus familias.

Los hoteles en Salento han conservado esta arquitectura para que el visitante se siente involucrado con el entorno.

Dar la vuelta por el municipio resulta un buen comienzo, sin embargo en la Calle Real, un lugar emblemático cerca de la plaza principal se exhiben los mejores diseños de las casas tradicionales, casas campesinas, muchas de ellas convertidas en tiendas u hostales, producen evocación, estética, tesón y admiración.
Una caminata es suficiente para mirar y volver a admirar los diseños de las ventanas, las puertas, las paredes, los techos y los pisos.

Pero apenas estás comenzando porque lo mejor viene enseguida.

Muy cerca de la Calle Real se halla el mirador, un sitio muy especial porque desde allí puedes observar en pleno todo el Valle de Cocora, una extraordinaria reserva natural donde nacen y crecen las palmas de cera, árboles de más de 15 metros de altura que embellece aún más el territorio.

Puedes llegar a pie ingresando por la Calle Real o puedes llegar en automóvil. Te proponemos que vayas sin prisa para que puedas disfrutar una maravillosa visual de la que no nos queremos alejar jamás.

La Palma de Cera es el árbol nacional de Colombia, es un emblema natural del Quindío y es un orgullo para quienes tenemos el placer de verla y sentirla nuestra. Solo aquí, en Salento se divisa este espectáculo natural y una parte también en las montañas del municipio de Pijao.

Todo lo que te hemos relatado hace parte del Paisaje Cultural Cafetero, es decir las formas de vida que a partir de la siembra y recolección del café por más de cien años, ha permitido que esta región colombiana tenga un reconocimiento internacional.

Y si de pernoctar se trata, existe una variedad de hostales en Salento que complementarán aún más ese gusto por el territorio.

Dejamos a tu creatividad y a tu espíritu liberal nuevos detalles que se expresan en tu recorrido por este bello municipio quindiano.

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